Vándalos profanan la Ermita
- Javier Fernández
- 6 jun 2019
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Después de unos meses de tranquilidad, el pasado lunes por la tarde un vecino alertó a las autoridades de que las puertas de la Ermita de Torregarcía se encontraban abiertas por completo y sin nadie en el interior. Este sería el preludio de lo que la policía se encontraría poco después: una especie de ritual poco agradable.
En el suelo del templo se encontraron unos cuantos troncos, un ramo de flores resecas, velas y un ave muerta. Nuestra ermita, catalogada como Bien de Interés Cultural, se encuentra protegida desde enero por unas cámaras de seguridad instaladas precisamente para prevenir nuevos vandalismos en este monumento. A pesar de todo, fuentes consistoriales afirman que ya se están revisando las grabaciones con el fin de intentar discernir la autoría del suceso.
Como no podía ser menos, este acto vandálico, todavía más atrevido que los anteriores, ha creado indignación tanto en las autoridades eclesiásticas como en las municipales y entre los propios retamareños, molestos por estos continuos ataques a la Ermita de Torregarcía.
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